lunes, 4 de junio de 2012

La puerta secreta al inframundo



El inframundo es el lugar a donde TODOS iban en la época de los antiguos griegos. Por lo menos es donde ellos creían que iban. El reino de los Muertos era gobernado bajo el puño de hierro del dios Hades y su reina part-time Persefone. Había lugar par todos, aquellos que siempre hacían el bien, aquellos que abrazaban constantemente el mal y todo lo que hay en el medio de estos dos opuestos.
La forma normal de llegar allí era morirse y ser llevado por el barquero Caronte, pagando por supuesto el óbolo convenido. Esta moneda debía ser convenientemente dejada dentro de la boca del finado, porque de no llevar moneda Caronte los dejaba 100 años esperando en la costa. Después de ese tiempo se apiadaba de los pobres tipos y los cruzaba.
Pero también había ciertos caminos al infierno desde nuestra tierra de los vivos. Hércules, Odiseo, Orfeo y Eneas son casos de gente que consiguió ingresar en este territorio hostil sin perder la vida.
Lo que ahora les voy a contar es una información muy interesante si quieren descender al infierno para hacer alguna diligencia, o simplemente turismo extremo. En la plaza devoto hay un pasaje que lleva directo a los Campos Elíseos, la parte donde van las almas buenas, y el lugar mas lindo del inframundo. Desde allí se puede recorrer prácticamente en casi toda su extensión ya que se saltea los 2 empleados de migraciones que impuso Hades, Caronte y Cerbero. Eso si hay que tener cuidado de no comer nada mientras uno esta allí ya que comer cualquier cosa en este territorio te ata permanentemente a el.
Esta entrada esta disimulada como el refugio del cuidador de la plaza y se encuentra justo enfrente a la biblioteca de Devoto. Así que ya saben, si alguna vez se les ocurre ir ya saben como...



Esto me lo contó el Conde Orlock que sabe mucho de estas cosas, También me dijo que es un salida secreta por donde Persefone sale a ver a su madre Demeter fuera del tiempo establecido. Se dice que esos son los días de otoño donde el sol del mediodía produce un agradable calor en la piel.